CAMBIOCLIMATICO DESTRUYE LA TIERRA

SEPTIMA CRUZADA. Siglo XIII, (1.248 - 1.254).
Esta curazada estuvo precedida por otra predicada en 1.239, conducida por el rey de Navarra, el duque de Borgoña y Ricardo Cornulles, la cual obtuvo de los musulmanes, en 1.241, un acuerdo que completaba las concesiones de 1.229, organizadas por la toma de Jerusalén por bandas al servicio al servicio del sultán de Egipto y por la derrota del ejército del reino latino, en Gaza año de 1.244.
Así, la séptima cruzada fue decidida por el concilio de Lyon en 1.245, dirigida por Luis IX, contra Egipto que controlaba los Santos Lugares. El desembarque se hizo cerca de Damieta, se apoderaron de la ciudad en 1.249, tomaron rumbo hacia el Cairo, pero la derrota de Masara, fortaleza inexpugnable de los judíos, originó una retirada desastrosa. El rey Luis IX fue capturado y para conseguir su libertad tuvo que entregar la ciudad de Damieta. El rey permaneció en Palestina hasta 1.254, mientras se fortificaban militarmente lasplazas importantes.
OCTAVA CRUZADA. Siglo XIII, año 1.270.
La caída de Antioquia en 1.268 fue un verdadero desastre, que sumado a otros, provocaron la octava cruzada dirigida por el rey de Francia Luis IX, quién convencido por su hermano, rey de Sicilia, se dirigió a Túnez donde murió durante el sitio a la misma, en 1.270. Otros cruzados, entre ellos el prícipe Eduardo de Inglaterra, marcharon hacia Palestina donde obtuvieron el cese de las hostilidades en 1.272.
La caída de Trípoli en 1.289, provocó que el papa Nicolás IV, predicara una cruzada que no encontró gran apoyo y por lo tanto no pudo conquistar las ciudades de Acre y Titro, las que finalmente cayeron en poder de los musumanes en 1.291.
Los monarcas de occidente trataron de consolidar un plan de acciones conjuntas con los monarcas de los mongoles, pero no lograron ningún acuerdo. Así, esta última cruzada, igual que la de 1.239, no han sido inventariadas en la lista tradicional de las ocho cruzadas.
No obstante barones y caballeros tomaban la cruz en cualquier momento para llevar la peregrinación a los Santos Lugares. Ocasionalmente, prestaban ayuda a los latinos de Oriente en su lucha contra los musulmanes.