CAMBIOCLIMATICO DESTRUYE LA TIERRA

JESUS DE NAZARET.
JASUCRISTO Y EL CRISTIANISMO.
Llamado el Salvador, el Hijo de Dios y el Masías anunciado por los profetas, de ascendencia hebrea, de la línea de Isaac, nació en Belén, pueblo de Palestina-Jordania, muy cerca de Jerusalén, el año 749 de la era romana. Jesús nació judío, se formó en el ambiente judío, murió judío y fue muerto por los judíos. El cristianismo funcionó como una secta del judaísmo hasta muchos años después de la muerte de Jesús.
Palestina, para la época del nacimiento de Jesús, estaba bajo el control de directo de Roma, después de haber estado sometida a los reinados de Egipto y Siria. Herodes, el Grande, rey de Judea, regía su destino cuando se le conocía como Palestina. Fue reemplazado por su hermano Herodes Antipas, en representación del César. Poncio Pilatos desempeñaba el cargo de Procurador romano, cuando César Octavio (Augusto) regía el Imperio romano. Para entonces, el pueblo ya no tenía independencia política, pero era muy unido y contaba con sentimientos de ser diferente a los demás pueblos, por su creencia en un solo Dios y tenía la ley de Moisés como norma de vida y la esperanza de que Dios restablecería el poder de su pueblo en Judea, Jerusalén y su Templo, fenómeno que se llama Judaísmo.
Jesús murió en la cruz a los 33 años de edad. Su vida se narra en los evangelios, versión o memoria de cada uno de los apóstoles. Nació en un pesebre y sus padres María Santísima y José lo llevaron a Egipto para escapar de la tiranía de Herodes el Grande. Al regreso a Nazaret su vida transcurrió trabajando como carpintero en el taller de José, su padre putativo según la Biblia, quién formó su comportamiento.
Para promulgar el evangelio de Dios, formó a muchos apóstoles, de donde seleccionó a un grupo de doce, en el que figuraron personas sencillas, pobres la mayoría e ignorantes algunos. Entre ellos había varios pescadores, como Pedro, labor que realizaban en el lago Tibiríades. Además de Pedro, entre otros, fueron escogidos: Andres, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Judas Tadeo y Judas Iscariote, a quién Jesús le asignó la función de entregarlo a los romanos, para poder cumplir su misión.
Pedro contaba con dotes especiales y sobre él cayó la responsabilidad de hacer conocer los predicamentos de Jesús, conjuntamente con los demás apóstoles, cuando le dijo "sobre tí edificaré mi iglesia". Pedro fue crucificado por orden de Nero, años después de la crucifixión de Jesus. Hoy el pez simboliza a Pedro y a Jesús.