sábado, 27 de septiembre de 2008

CAMBIOCLIMATICO DESTRUYE LA TIERRA.

REVOLUCION ESPAÑOLA.
TERCERA ETAPA, año de 1.868.
Etapa que se conoce como "revolución de septiembre o Gloriosa", derrocan a Isabel II y proclaman la I República. Isabel II había recrudecido sus actitudes arbitrarias y reaccionarias, además, repetidamente senegó a reconocer el poder al Partido Progresista, el cual había ampliado su base revolucionaria con el Partido Democrático, con alianzas programáticas para incorporar a la población civil, mediante el pacto de Ostende. Después de varios acuerdos, con el regreso de varios generales en el exilio, las tropas reales fueron reducidas. Serrano avanzó hacia Madrid, sin ninguna resistencia, Isabel II abandonó el país. Las masas crearon Juntas Revolucionarias y transformaron el movimiento en revolución. La junta de Madrid posesionó al general Serrano como presidente provisional, hasta la convocatoria de Cortes Constituyentes. El nuevo gobierno, formado por unionistas y progresistas, presionado por la Junta de Madrid, tuvo que aceptar los acuerdos programáticos de las juntas revolucionarias, a cambio de la disolución de las mismas. La fracción moderada del partido democrático, con la de Rivero y Marcos, aceptó la monarquía y resolvió colaborar con la coalición de los unionistas y progresistas, que con el grupo republicano completaban el panorama político. Las elecciones de 1.869 giraron entorno al nuevo régimen.
Instaladas las cortes y confirmados Serrano y Prim en sus puestos, procedieron a eleborar el texto constitucional que consolidaba las conquistas revolucionarias, con un contenido considerado como el más radical del siglo XIX español.
Se garantizaban las libertades fundamentales, el voto universal, la libertad religiosa y confirmaba la monarquía como forma política de España. Serrano pasó al cargo de Regente y Prim asumió como Presidente del gobierno.
La oposición de los grupos más radicales manifestaban su descontento, porque las reformas no colmaban sus expectativas, a lo que se sumaban: el desmpleo, la crisis de subsistencia, los problemas del manejo de la tierra, el impuesto al consumo que fue cambiado por el de capitación, impuesto por persona, entre otros.
El partido federal se convirtió en el principal portavoz del descontento, movimiento que no prosperó por falta de dirección. En 1.870 el gobierno resolvió el problema del futuro candidato a la corona española, que por votación muy reducida se resolvió a favor de Amadeo I, que fur combatido desde el comienzo por los republicanos y carlistas. Rota la coalición y asesinado Prim, ante las escasas posibilidades de consolidar la monarquía, Amadeo I abdicó y se proclamó la República, año 1.873.

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