CAMBIOCLIMATICO DESTRUYE LA TIERRA

EVOLUCION HISTORICA DE EUROPA.
La evolución histírica del continente es muy importante, se ubica en el mar Medoiterráneo en las ciudades griegas que fueron el centro de una espléndida civilización, con la cual se enfrentaron los pueblos de Nápoles y Sicilia, igual que con los expedicionarios de oriente. Pasada la hegemonía de Macedonia, Roma se toma Grecia, 146 años a de C., también tomó parte de los territorios de España, de Gran Bretaña y las regiones de Renania y el Danubio, hasta el límite del dominio de los bárbaros. Posteriormente, en el siglo IV, los germanos entraron a formar parte del Imperio Romano, que se desintegró en el siglo VI.
El cristianismo había triunfado en Europa, el papado intentó restablecer el Imperio Romano de Occidente frente al Imperio Romano de Oriente, siglo IX, que había tomado el nombre de Imperio Bizantino, donde luchaba contra los persas, búlgaros y servios. El Imperio de Occidente se debilitó por las luchas internas, se dividió para dar paso a los primeros Estados europeos, como Alemania, Francia e Italia.
La edad media surge después de la restauración del Imperio de Occidente por Otón, El Grande, cuando corría el siglo X. A continuación la confrontación se definió entre los papas y los emperadores, lucha que se desarrolló para favorecer a los monarcas que derrotaron la teocracia en el siglo XIV. En el siglo XV, Europa resurgió, después de estar políticamente desintegrada. A continuación, en este mismo siglo, los turcos acabaron con el Imperio Bizantino. La unidad religiosa en Europa se acabó, con motivo de la reforma adelantada al interior del cristianismo, en el saiglo XVI.
El Imperio Otomano alcanzó la cúspide con Solimán, El Magnifico. En España cobró fuerza un movimiento para restablecer el Imperio de Occidente, el cual contó con la oposición de otros monarcas en el Congreso de Wesfalia, donde establecieron el principio de independencia de los Estados, en el siglo XVII.
Los reyes Carlos I y Felipe II, quienes dirigieron la hegemonía española en la época, fueron sucedidos por la hegemonía francesa, en el siglo XVII, dirigida por Luis XIV, hegemonía que se terminó con los tratados de Utrecht y Rastadt, en los años 1.713 y 1.714, siglo en el que se estableció el equilibrio en Europa, con algunos conflictos en los que participaron nuevos Estados como Prusia y Rusia.