Se presentan en variadas intensidades, desde poco sensibles pasando por leves a intermedias, que en algunas regiones se sienten con intervalos de minutos y en otros cooasi todos los dìas, lo anterior sucede porque las placas tectònicas estàn en movimiento permanente. Sus desplazamientos generan presiones, con acumulaciòn de energìa, que se vuelve insostenible, cuando se crecen demasiado se manifiestan con temblores en los puntos donde se unen o chocan dichas placas.
Con frecuencias menores, se sienten temblores con movimientos de alguna duraciòn y una intensidad media. Los sismos, que generalmente se llaman terremotos, se sienten en la superficie del planeta, cuando una descarga de energìa se produce en lo profundo de la Tierra, situaciones que se viven con distanciamientos de meses y a veces de años.
La intensidad de los temblores se miden de difrentes formas o mètodos, el màs conocido es el de la escala de Richter, que se basa en la cantidad de energìa liberada. Otros es basan en la magnitud de los daños causados, como la escala de Mercalli. Aùn no se conoce un mètodo que permita predecir los temblores con precisiòn.
Los còdigos antsìsmicos, que establecen las especificaciones para el càlculo estructural de los edificios, se revisan con frecuencia, con el propòsito de reducir los daños, mediante la construcciòn de estructuras que vibren pero sin romperse.
En regiones como la China, Japòn y otras islas de oriente, donde se ha presentado, con alguna frecuencia, terremotos con gran intensidad, en estas zonas altamente habitadas, son grandes las pèrdidas de vidas y grandes las destrucciones en la infraestructura de las viviendas, edificios y puentes. Igual situaciòn se ha presentado en Norte Amèrica, zona occidental, costa del ocèano pacìfico, donde la falla tectònica de San Andrès, punto de convergencia de dos placas tectònicas, ha presentado terremotos con niveles de destrucciòn muy altos.
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