La penetraciòn, a las montañas, para extraer roca es una actividad que los seres humanos han practicado por màs de cinco millones de años , lo cual se confirma cuando tomamos como referencia las piràmides egipcias, seguidas por las piràmides de los Mayas y las grandes estatuas en varias regiones de los continentes asiàtico y americano, talladas por las civilizaciones que allì existieron.
En las civilizaciones modernas la destrucciòn de rocas por la extracciòn de minerales con destino a la fabricaciòn de cal, cementos, vidrios, yesos y otros rellenos para la construcciòn de viviendas, grndes edificios, torres, puentes y grandes vìas para la movilizaciòn de miles y miles de vehiculos de transporte de mercancias y pasajeros. Ademàs, para obtener los minerales necesarios para la producciòn de hierros, aceros, nìquel, cobre, carbòn, a los que se suman los minerales preciosos.
La apertura de vìas a travès de grandes depresiones montañosas, ha llevado a cortar y a cruzar grandes montañas para dar paso a las vìas y las amplias autopistas para todo tipo de transporte vehicular, desde una y hasta sesenta y màs toneladas. Rutas a las que se suman las lìneaas de ferrocarriles para trenes de todo tipo.
Todo lo anterior se hace con un gran deterioro del medio ambiente, con una gran brecha entre la destrucciòn y la conservaciòn. Pero hay que hacerlo porque hay que generar puestos de trabajo para una poblaciòn siempre en crecimiento. Cuando se debe parar y donde està el punto de equilibrio, son los grandes interogantes.
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