La altitud y la temperatura varìan la presiòn atmosfèrica y crean zonas de alta y baja presiòn. La altitud hace que la cantidad de aire disminuya, asì cuanto màs alto se asciende menor es la cantidad de aire sobre los objetos y cuerpos, y menor es la presiòn ejercida sobre ellos. Los aviones supersònicos, que tienen la capacidad de volar muy alto y a velocidades superiores a la velocidad del sonido, quedan sometidos a presiones atmosfèricas muy bajas.
La temeratura tambièn produce efectos sobre la atmòsfera. Cuando la temperatura baja, las molèculas de aire se contraen, disminuyendo su movimiento y se vuelven màs pesadas y se acercan a la superficie terrestre, generando zonas de alta presiòn, que reciben la denominaciòn de zonas anticiclones. En contrario cuando la temperatura sube, el aire se calienta y asciende por estar màs liviano y forma zonas de baja presiòn, que estimulan la formaciòn de ciclones. Las dos situaciones se alternan segùn las variaciones que se presentan al haber cambios de clima. Asì, al iniciar el año mes de enero, los paìses del hemisferio norte cuentan con zonas de alta presiòn, bajas temperaturas y temporadas de anticiclones. A mediados de año sube la temperatura y el calor hace que las zonas de baja presiòn se vuelvan propicias para la formaciòn de ciclones.
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